el contexto en el que se encuentra puede no tener ningun parecido al gran museo de Niemeyer, pero extrañamente éste se adapta sin dificultades al hermoso paisaje brasilero en el que se encuentra
Oscar Niemeyer, un ejemplo de que la arquitectura puede llegar más allá de lo que todos conocen; a realizado obras tan grandes, no por el tamaño de éstas, si no por el valor que tienen, el significado, la forma, la estructura, y sobre todo el poder de sensación que crean entre todos los que la puedan ver; que es difícil escoger una favorita o una que sea “mejor que las otras”, pues todas tiene el mismo valor, la misma fuerza y sobre todo casi todas tienen el mismo patrón LA CURVA.
El MUSEO DE ARTE CONTEMPORANEO DE NITEROI, identifica claramente a Niemeyer, por la forma, la estructura, el concepto; ya que el mismo explico, que al ser las montañas, las curvas de mujeres, las caídas agua, y casi todo lo existente en la naturaleza, su inspiración, se propuso a hacer algo diferente pero que no salga del concepto del mundo en el que vivimos, tomando así LA CURVA como lo primordial; en el proyecto mencionado, se nota como de una forma tan limpia a logrado encajar el proyecto en casi el borde de una plataforma ante el mar, haciendo que éste como él mismo dijo nazca como una flor, por sí solo, naturalmente.
Por otro lado no desperdicia en ningún momento el hermoso paisaje Brasilero que rodea el museo, haciendo que todo el que lo visite, disfrute además de la estupenda arquitectura interior planteada por Niemeyer, cada cerro, cada ola, del contexto que él adora.
Otro punto interesante es el recorrido un poco misterioso que se tiene que hacer para llegar al museo; el que con cada curva y escalera va adentrando y dando la idea a las personas del tipo de arquitectura que verán al llegar.
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